miércoles, 22 de abril de 2015

Un escrito que nunca se envió.

¿Cómo podría olvidar esa noche de brisa húmeda? en la que recién recibiéndome te sonrojaste al oír mi petición. ¿Cómo olvidar el nerviosismo que dubitativo me hacía cuestionarme si era o no este el momento adecuado? Al final no tuve tiempo de pensar, cuando me di cuenta las palabras ya habían salido de mi boca y sabía que sin importar cual fuera tu respuesta, no me arrepentiría de haberlas dicho pues no podía contenerlas más.

(Fragmento de una carta de amor).

No hay comentarios:

Publicar un comentario