miércoles, 22 de abril de 2015

Ella y el mar.

Mar, su sola palabra le producía tranquilidad. ¿O era acaso el simple hecho de escuchar su nombre le recordaba lo mucho que lo amaba? ¿No es algo extraño que siendo tan sólo  un cúmulo de agua salada, lograra despertar en ella tantos y tan profundos sentimientos?.
Iba hacía él, como solía ir cada vez que podía, cada vez que el tiempo se lo permitía... Cada vez que no podía más y necesitaba escapar de todos, incluso de mí; pero más aún para escapar de ella misma. ¿A quién se le ocurriría buscarla en medio de tanta inmensidad? Terminaría perdido antes de dar con ella. E imaginar que ella quería ser encontrada hubiese sido un grave error, he de creer que de alguna manera ahí se sentía a salvo, aliviada de todo el dolor que le producía el mundo, sólo eso explicaría que hacía ella allí. A de haber ser sido ese el motivo por el que me acerque a ella... Motivo por el cual descubrí a tan hermosos ser, ¿O habrá sido su belleza quien me invitó a inventar un motivo para poder acercarme?

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