martes, 17 de septiembre de 2013

Solo los dos..

Ella: No sé que hacer.
Él: No sé que decir.
Ella: Estoy asustada.
ÉL Estoy confundido.
Si nuestras manos se rozan ya nada tiene sentido.
Ella: Si nos descubren todo habrá terminado..
Él: No podrán acabar con algo que ni siquiera a comenzado.
Ella: Pero lo negaré.
Él: Será lo correcto.
Ella: Pero no quiero hacerlo.
Él: Me alegra, tampoco quiero que lo hagas.
Ella: Pero no podemos hacer esto.
Él Ya demasiado tarde para quererlo detener, pude hacerlo, supe cuando detenerme y no lo hice, me deje llevar. Y tú también.
Ella: Es porque yo también quería que pasara, pero ahora no se que quiero. Estoy perdida.
Él: Yo estoy perdido, estamos perdidos juntos.
Ella: Pero me sigo sintiendo mal... ese beso no ayuda, ya no lo hagas.
Él: ¿Quieres que pare?
Ella: No.
Las horas pasaron. Por la mañana serían tan sólo dos conocidos, nadie sabrá lo que lograron conocer uno del otro esa noche. Pero, por esa noche encontraron el sentido de sus vidas, sin importar si era o no correcto; hay acciones que van más allá del bien y del mal. Vertieron sus almas en un sólo recipiente sabiendo que al final, cada uno se llevaría una parte del otro, pero él nunca sería de ella, y ella nunca de él. Un adiós hubiera sido lo mejor, pero sólo pudieron decirse un hasta luego.