jueves, 23 de abril de 2015

Demonio, yo... (Carta de la Bestia para la Bella).

Según veo, hay una eterna, marcada y profunda equivocación en los humanos.
Reside en la creencia que soy uno más, uno de ellos o incluso, una persona (cualquiera que sea su tipo). Hace mucho que abandoné todo aquello, que deserté de lo que fui para convertirme en esto que ven hoy, puede que mis rasgos sean humanos, puede que inclusive logren expresar empatía o algún sortilegio de sentimiento hacía algo o alguien, pero la verdad soy un cascaron vacío. La verdad es que mi interior carente de misericordia para alguien (incluso yo) es una nada aterradora que aún yo decido no mirar muy a menudo y que aquellos que han estado lo suficientemente cerca como para vislumbrar el comienzo de esta, se dan cuenta no sólo de lo mejor que pueda resulta alejarse, sino de lo poco que en realidad valgo. Un recipiente vacío se puede llenar de cualquier cosa y allí es donde la mayoría de las personas creen que reside el valor de dicho contenedor, pero lo cierto es que lo digno de valor será el contenido del recipiente y no éste en sí, jamás el recipiente en sí.

Una abominación, un monstruo no por el exterior, sino por el negro y vacío núcleo, que si vale de algo es para darse cuenta del valor verdadero que tenía aquello que poseías antes de tener a la aberración de ser que soy, la maldición que trajiste hacía a ti ingenuamente y que, aún inocente, crees capaz de soportar, crees capaz de cambiar. A ti y sólo a ti tengo algo que decirte, vete, no dejes que el destino que fue escrito solamente para mí se vuelva en tu destino también. Tú que aún puedes sortear las desdichas y los tormentos, hazlo. Déjame hundirme solo, como siempre lo he estado y no te enfrentes a aquel asqueroso sentimiento de lástima, que aunque noble, no merezco, así como no merezco ser tratado como una persona, ni ser amado ni ser odiado; quizá entonces mi lastimosa y putrefacta existencia se desvanezca... y en el aire, cuando vuelen todas las entrañas de mi inhabitada alma, por fin valga algo.

miércoles, 22 de abril de 2015

Un escrito que nunca se envió.

¿Cómo podría olvidar esa noche de brisa húmeda? en la que recién recibiéndome te sonrojaste al oír mi petición. ¿Cómo olvidar el nerviosismo que dubitativo me hacía cuestionarme si era o no este el momento adecuado? Al final no tuve tiempo de pensar, cuando me di cuenta las palabras ya habían salido de mi boca y sabía que sin importar cual fuera tu respuesta, no me arrepentiría de haberlas dicho pues no podía contenerlas más.

(Fragmento de una carta de amor).

Ella y el mar.

Mar, su sola palabra le producía tranquilidad. ¿O era acaso el simple hecho de escuchar su nombre le recordaba lo mucho que lo amaba? ¿No es algo extraño que siendo tan sólo  un cúmulo de agua salada, lograra despertar en ella tantos y tan profundos sentimientos?.
Iba hacía él, como solía ir cada vez que podía, cada vez que el tiempo se lo permitía... Cada vez que no podía más y necesitaba escapar de todos, incluso de mí; pero más aún para escapar de ella misma. ¿A quién se le ocurriría buscarla en medio de tanta inmensidad? Terminaría perdido antes de dar con ella. E imaginar que ella quería ser encontrada hubiese sido un grave error, he de creer que de alguna manera ahí se sentía a salvo, aliviada de todo el dolor que le producía el mundo, sólo eso explicaría que hacía ella allí. A de haber ser sido ese el motivo por el que me acerque a ella... Motivo por el cual descubrí a tan hermosos ser, ¿O habrá sido su belleza quien me invitó a inventar un motivo para poder acercarme?

martes, 21 de abril de 2015

Un escrito que nunca se envió.


Mirando al cielo para evitar llorar, no pensé que pudiera ver el caer de un ángel.
Mirando al suelo para no ver a la vida, no pensé ver tus manos tomando las mías.
Tirado a mitad del camino cansado de andar, no pensé encontrar regazo en el cual reposar.
Escribiendo mis dolores para no sentirlos, no pensé deletrear tu nombre.
Mostrando emociones falsas, no pensé sentir amor real.
Huyendo de mi pasado, no pensé fantasear un futuro contigo.
Temiendo mis pesadillas, no pensé soñarte tantas veces.
Enamorándome de ti, no pensé enamorarte también.

Tropiezos hubo muchos, seguramente habrá más; el camino nunca se presentó como fácil y creo que nunca debería de serlo, así cada huella y cada pisada que damos, va marcando al camino tanto como nos va marcando a nosotros...

(Fragmento de una carta de amor).

Extrañaba esto...

Mi relación con la pluma siempre ha sido de amor y odio, pues aunque amo escribir, jamás he podido hacerlo cuando me encuentro en estado de felicidad, supongo que estoy muy ocupado siendo feliz como para tener tiempo de escribir.

Aún así extrañaba a mi vieja amiga, extrañaba desvelarme teniendo la cabeza inundada de pensamientos que como fuegos artificiales; explotan en mi mente y me mantienen en vela. Así que aquí estoy, sabiendo que son las 3 de la mañana y tengo que estar en el trabajo a las 8, en fin, nadie se ha muerto por ir sin dormir una vez a trabajar.

lunes, 20 de abril de 2015

Una carta sin destinatario.

La vida duele, nadie dijo que no lo haría, pero nadie advierte que tanto dolería, dudo mucho que alguien esté preparado para decirlo y mucho menos para escucharlo. Por que en ocasiones la felicidad de aquella persona que tanto quieres se encuentra lejos, lo más lejos posible de tu propia felicidad, y es hasta ese remoto lugar hasta donde tienes que ir para que esa persona pueda ser feliz.

Duele quemarse en soledad, tan sólo para poder ver a esa persona feliz. Pero ¿De verdad sólo con eso basta?, ¿Y si ni siquiera pudieras ver la felicidad de esa persona?, ¿Arderías en soledad tan sólo con el pensamiento de que fue lo mejor?, no para ti, sino para ese ser al que tanto se ama. ¿Ella? ella estará bien, le dolerá seguramente, no sé si más que a mí, es probable, pero al final ella es más fuerte que yo, lo superará como tantas cosas ha superado ya. Seré una hoja triste, quizá incluso un capítulo amargo, pero nunca seré su libro, vendrán quienes ocupen mi lugar en las siguientes páginas. Mis lágrimas no las verá y será mejor así; quizá el verlas palidecería su bella sonrisa, su hermosa sonrisa que no veré más, pero que sin duda enmarcaré en mi memoria, la grabaré a fuego y pensaré que en este momento alguien más se las está provocando. ¿Qué amar a alguien significa buscar su felicidad por encima de la tuya? Sin duda, pero nadie advierte de lo doloroso que es amar a alguien.

Ella nunca leerá estas líneas, ella nunca sabrá que la sigo amando, pero que más da, uno no ama para ser amado, ni siquiera se ama para que alguien sepa que se está amando, uno ama por amar, uno ama por amor, y aunque el amor queme y duela, el amor me hace un poco más humano y me hace creer que al final, cuando recuerde ese capítulo amargo en el que aparezco yo, aunque sea por un momento me recordará con un poco del cariño que yo siempre le tendré.

Duele saber que el escrito que le dedico sea este y no cualquier otro, pero el amor no es siempre decir frases bonitas. o querer creer en cuentos de hadas, en ocasiones, el amor es marcharse para permitir la felicidad de una persona. Siento mucho haberte mentido al irme, y siento más que no puedas leer estas líneas, pero seguro será mejor así. Adiós. Te amo.