jueves, 7 de marzo de 2013

Máscaras de porcelana - Prólogo -

Dormirás un promedio de 23 años a lo largo de tú vida, eso significa que te acostarás a dormir alrededor de 25,185 veces y tendrás unos 251,850 sueños antes de morir. Es algo realmente difícil de comprender; después de todo, entre los miles de sueños que tenemos, sólo un puñado de ellos llegan a ser recordados al momento de despertar y  de ellos, pocos estarán aún en nuestra memoria al momento de salir de casa. Y así, con el tiempo, la lista se va acortando de a poco; algunos sueños durarán presentes un mes, otros estarán contigo unos días, algunos tan sólo unos minutos y a la gran mayoría nunca ocupará un espacio en tu memoria una vez hayas dejado de soñarlos.

Un escenario un tanto desalentador, tantos deseos, tantas ideas e ilusiones que nacen y mueren en la mente quizá sin siquiera tener consciencia de ello y, obviamente sin poderlos transmitir a alguien más, sin poder expresar esos deseos que inconscientemente todos hemos tenido, por él simple y trágico hecho de no recordarlos.

Esta es la historia de la inmensa mayoría de nuestros sueños; nacen dramáticamente de nuestros recuerdos y deseos, viven intensamente y nos hacen sentir que son reales, y mueren inevitablemente en soledad.

Aun así, existen un pequeño grupo, unos cuantos sueños logran sortear ese cruel destino, inevitable para el resto de sus hermanos y quedarán tatuados a fuego en nuestra memoria; persiguiendonos... asechandonos... no permitirán ser olvidados y siempre estarán recordando que existieron, que alguna vez fueron... y que aún siguen allí. Sueños maravillosos, sueños incomprendidos, sueños... como este...

No hay comentarios:

Publicar un comentario