viernes, 7 de junio de 2013

Sólo cinco líneas... sólo cinco pisos.

Por un momento voló, por un breve instante fue libre. Dejó de importarle el que dirán, el empleo, las cuentas por pagar, los quehaceres... todas las responsabilidades. Durante ese momento descubrió lo que es ser feliz, y le gustó tanto que por primera vez quiso estar vivo. Pero ya era demasiado tarde, cinco pisos se suben lentamente, pero se bajan rápida y abruptamente cuando te lanzas al vacío, y él, ya había llegado al suelo.

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