miércoles, 5 de junio de 2013

A quien corresponda...

Mucho trabajo, falta de tiempo, escasez de imaginación, pero por sobre todo miedo de descubrir en que estaba pensando han sido los motivos de mi ausencia en el blog. Estoy convencido que cada persona guarda en si secretos y problemas que sólo ella conoce, y que no los comparte, son sólo de esa persona y si los desvelara dejarían de ser personales, dejaría ir una parte de ella. Todos tenemos ese secreto que celosamente guardamos, ese problema por el cual no pedimos ayuda, ese pensamiento que se crea en nuestra cabeza y nunca sale de allí, que nunca contamos... uno así tengo yo.

Una disculpa adelantada a todo aquel que entró durante este tiempo queriendo encontrar algo nuevo en la papelera de mi mente, pero resulta muy difícil escribir algo cuando lo único que puebla tu cabeza es aquello que no puedes contar. En realidad miento; escritos hay muchos, resultaba realmente fácil llenar hojas y hojas con lo que pensaba y sentía. Pero ninguno de ellos saldrá de mis notas, estarán allí sólo para mí, esperando pacientemente a que quiera revivir esas sensaciones pasadas. Aún así decidí no abandonar este blog, uno de los mejores desahogos que tengo, donde puedo vaciar un poco mi cabeza y dejarla lista para llenarla de nuevo con más experiencias.

Así que disculpen, pero aquí seguimos como siempre, llenando la papelera para vaciar un poco la cabeza, para perderme otro tanto y así poder encontrarme y por sobre todo, como ya había dicho, para dejar constancia que aunque sea por un breve espacio de tiempo existieron mis pensamientos, fueron reales, y los quise compartir con ustedes...

Sin más que decir, gracias a todos de nuevo.

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